Contar tu historia puede abrir puertas.
Puede inspirar, emocionar, conectar con tu audiencia y posicionarte como referente en tu rubro.
Pero también puede generar desconexión, indiferencia… o peor aún: parecer poco auténtica.
Hoy en día, muchas personas comparten sus historias en charlas, redes sociales o eventos. Pero no todas logran que esa historia deje huella.
¿Por qué? Porque no basta con “contar tu historia”. Hay una forma de hacerlo que llega al corazón, y otra que simplemente pasa sin pena ni gloria.
En este artículo te comparto 3 errores comunes al contar tu historia personal (y cómo evitarlos para que tu relato brille con autenticidad y claridad).
Error 1: Memorizar tu historia como si fuera un libreto
Cuando una historia suena tan estructurada que parece sacada de una presentación corporativa… perdemos conexión al instante.
¿Por qué pasa esto?
Porque lo más poderoso de una historia es la emoción detrás.
Y si estás demasiado enfocada en decirla “perfecto”, es probable que no la sientas.
Y si tú no la sientes, tu audiencia tampoco.
¿Cómo evitarlo?
- No memorices palabra por palabra.
- Practica las ideas clave.
- Conecta con lo que realmente viviste.
- Permítete improvisar desde tu experiencia real.
Cuando hablas desde lo vivido, aunque no sea “perfecto”, es auténtico. Y eso se nota.
Error 2: Contar tu historia en modo cronológico y no desde el conflicto.
Muchas veces partimos con frases como:
«Todo comenzó cuando tenía 5 años y mi abuelita me dijo…»
Pero… eso no engancha. Al menos, no al principio.
¿Qué hacer en cambio?
Empieza por el momento de quiebre:
Ese instante en que algo cambió dentro de ti, donde comenzó tu transformación.
Usa esta estructura simple y efectiva:
- Antes: ¿Cómo era tu vida o tu enfoque antes?
- Punto de quiebre: ¿Qué situación lo cambió todo?
- Después: ¿Qué aprendiste? ¿Qué haces hoy gracias a eso?
Esta estructura te permite contar tu historia personal sin ser aburrida ni cliché, conectando con quienes están en un punto similar del camino.
Error 3: No tener un mensaje claro detrás de tu historia
Una historia sin propósito es como una canción sin coro: no deja huella.
Puedes compartir una anécdota increíble, pero si no tiene un mensaje claro o un aprendizaje, la gente se queda solo con la anécdota.
¿Cómo evitar esto?
Antes de contar tu historia, pregúntate:
- ¿Para qué la quiero contar?
- ¿Qué quiero que mi audiencia sienta, piense o cuestione?
- ¿Qué regalo quiero dejarles?
Tu historia no se trata solo de ti. Se trata de lo que puedes despertar en quienes te escuchan.
Entonces, ¿cómo contar tu historia personal con autenticidad?
Conectando con tu corazón.
No para demostrar nada, sino para humanizarte.
No para impresionar, sino para crear conexión real.
Tu historia tiene valor cuando la compartes con intención, con sentido y con alma.
¿Y si transformaras tu historia en una charla inolvidable?
Si te gustaría ordenar tus ideas, pulir tu historia y convertirla en una charla que conecte y deje huella, y comunicar con total seguridad, podemos trabajar juntas.
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